martes, 3 de agosto de 2010

ENTREVISTA EXCLUSIVA
Por Alejandro Sirlopú

FERNANDO CHAPPELL:
“CONSTRUÍ CON MUCHO ESFUERZO EL APELLIDO CHAPPELL EN EL ARBITRAJE”

El ex árbitro del futbol peruano, cuenta su verdad después de más de quince años de silencio.


Los árbitros de futbol, siempre estuvieron, y están, en el ojo de la tormenta debido a sus polémicas actuaciones. Si alguien vivió desde adentro aquel mundo, no sólo rodeado de pitos, relojes y tarjetas, ese fue Fernando Chappell; ex árbitro del futbol peruano radicado en el extranjero hace varios años; y que nos cuenta de todo un poco; desde sus inicios en el “referato” nacional, las razones de su prematuro retiro del arbitraje peruano y su perspectiva del los actuales referis.

¿Cuánto tiempo dirigió profesionalmente?
Debute profesionalmente en el año 1983, con 23 años en un partido entre Aurich y Municipal y me retire en 1996 con 36 años. Pese a que podía seguir arbitrando hasta los 45, opte por el retiro.

¿Cómo consiguió ser arbitro FIFA?
En esa época estaban los “monstruos” del arbitraje peruano; Edison Pérez, Enrique Labo, entre otros; ellos eran los eternos árbitros de Perú y confiaron en mí y la Federación Peruana de Futbol me propuso; siendo el chileno Adolfo Regginato quien me apoyo en Zurich (Suiza) para que me eligieran como juez FIFA. Eso ocurrió a mediados del año 90.

¿Y cómo cree que los árbitros peruanos eran vistos por la FIFA?
Mientras Teófilo Salinas estuvo como presidente de la Conmebol los árbitros peruanos eran bien vistos, dirigían todo el tiempo y por toda Sudamérica, y eso no era por simple favor de Salinas, quien seguramente los avalaba, sino que habían buenos árbitros. Posteriormente con el ingreso de Nicolás Léoz eso cambio.

¿Qué ha sido lo peor por lo que ha pasado durante su carrera como réferi?
Sin duda cuando decidí retirarme. Yo construí en base a esfuerzo y más esfuerzo el apellido Chappell en el arbitraje Nadie me endoso algún tipo de ayuda en cuanto a mi apellido. Me hice conocido en base a mi trabajo y al esfuerzo por ser cada día mejor; y no tuve la suerte de contar con un apellido famoso en el arbitraje (Tejada). Yo me lo construí a mano firme.

¿El final de su carrera como árbitro fue lo peor que le tocó vivir?
Sí, porque me di cuenta que había estado equivocado y en lo que yo creía y confiaba no era otra cosa que algo interesado; en otras palabras me percate que había sido un tonto útil por muchos años y eso me dolió, pero me sirvió para crecer como persona.

¿Con qué propósitos fue utilizado?
Por años, me encargue de defender abiertamente a quienes creía compañeros y amigos, sin importarme mi carrera arbitral. Solo me interesaba defender a mis amigos. No había ningún caso que Chappell no saliese a defender a alguien; a poner el pecho a empujar el carro para devolverle al árbitro en conflicto tranquilidad y eso fue porque mi temperamento me lo permitía.

¿Cuál fue el detonante para que advierta que estaba siendo utilizado?
Yo tuve una época en la que la pase mal, estuve grave con inicios de septicemia y en cama durante buen tiempo, fui estafado, perdí mi casa y cuando necesite de la ayuda de quienes creía amigos, di la vuelta para ver donde estaban y solo encontré a Jose "Paquirri" Ramírez, y algún tiempo después, a Oscar Quijano quienes estuvieron conmigo y mi familia ayudándome a salir adelante. Fue allí que en realidad me di cuenta que no tenía amigos en el arbitraje, salvo los antes mencionados, y entonces aprovecharon en desprestigiarme y dar rienda suelta a su insania y mala intención conmigo.

¿Cuál era el verdadero interés de aquella gente que buscó desprestigiarlo?
Que no regresara, por que había que eliminar a la competencia; y curiosamente quien inició todo el “cargamontón” en mi contra, fue alguien a quien ayude para ingresar a la FIFA, y lo ayude por su capacidad, porque lo merecía, pero pagó mal.

¿Cómo fue su relación con Alberto Tejada Burga?
Fue buena, Buen instructor, pionero del arbitraje nacional. Sin embargo, es tiempo de darle paso a otros. Esto no pasa por capacidad, pasa simplemente por criterio normal de vida; los jóvenes son los encargados del recambio en todo lugar de la vida. De lo contrario estamos frente a un estancamiento técnico arbitral.

¿Qué de cierto hay en qué a don Alberto (Tejada) siempre lo programaba para dirigir partidos importantes?
Quizá fue así. Pero también lo hacía porque los partidos que me programaba siempre terminaban bien. Yo puedo discrepar técnicamente con alguien; pero jamás dejare de reconocer el apoyo que él me brindo en mi carrera

Y entonces. ¿Cómo llegó a tener ese grado de confianza con el señor Tejada Burga?
Porque desde que empecé en el arbitraje fui amigo de su hijo, que pertenecía a mi promoción de árbitros y la relación amical fue muy grande y cercana, basada en respeto y admiración.

¿Y cómo se llevaba con el hoy alcalde de San Borja?
Según mi óptica siempre me lleve bien. No sé si en la suya seria igual. Sin embargo, si acaso hubo amistad, esta se perdió en el camino. Fue decepcionante.

¿Cuál es su visión del arbitraje peruano en la actualidad?
No existen malos árbitros, lo que hay es una falta de diversidad de criterios técnicos. Otra cosa, es que deben darse cuenta de que el arbitraje no es una beneficencia por lo que aquel que no sirve, debe irse. Debería haber un recambio en ese sentido. Y la idea es trabajar para que los árbitros peruanos puedan dirigir en el extranjero, en torneos importantes; y porque no, en un mundial. Pero debe existir un trabajo de quien se encarga de esas cosas y de quien nos representa en la Confederación; pero lamentablemente nadie hace nada.

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